Para aquellos que me conocen, saben perfectamente cuánto odio el 14 de febrero, a qué extremos llego para no deprimirme en ese día, y como inevitablemente fracaso en ello. Quiero pensar que mis amigos no se comunicaron conmigo el día de ayer por puro miedo a detonar el potencial niño emo que puedo llegar a ser, pero creo justo decirles a todos que después de 5 años seguidos (sí, 5... pathetic...) éste año no me deprimí. ¿El secreto? A continuación:
· Despertarse lo más tarde posible el día en cuestión (en mi caso, a las 5 de la tarde) para de esta forma vivir lo menos posible en ese ambiente tóxico.
· Enclaustrarse en su cuarto para evitar el contacto visual con parejitas y otras creaciones de mal gusto.
· Salir a beber con puros solteros, mas no amargados (era suficiente conmigo) a lugares naquísimos donde no se paran ni las moscas. De esta forma garantizas que no vaya a haber parejitas. Y si las hubiera, qué oso con el novio por naco.
· No comer nada en todo el día para peder la conciencia con mayor rapidez.
Lo importante es que en teoría ahora cuento con 364 días para conseguirme uno de esos amuletos anti-depresivos, también conocidos como "novia". Ya la verdad ni me acuerdo cómo son, si alguien pudiera enviarme una descripción de dicho fenómeno favor de recordármelo.
Hay algo muy mal en todo esto, ¿no creen?
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